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Guzmán

El cuento de las Medallas

Las medallas que nuestro Ayuntamiento otorga desde el año 1.997 con el pomposo nombre de “Medallas autonómicas” para conmemorar el llamado “Día de la Autonomía”, sigue siendo el único Pleno en que todos los partidos políticos salen contentos de la sala, pues cada grupo realiza sus propuestas y éstas son votadas por unanimidad de todos los concejales, sin que nadie ponga pegas a las personas o instituciones propuestas, siempre y cuando éstas tengan un mínimo de relación con nuestra ciudad.
Sin embargo este año el Partido Popular (PP), quizás en esa línea de actuación que sigue el partido a escala nacional y que consiste en la confrontación y desprecio hacia sus oponentes políticos, se negó a aceptar la candidatura de Don Fernando Tesón, Presidente de la Sala Sexta de la Audiencia Provincial de Cádiz en nuestra ciudad y que la Portavoz del Grupo Socialista, Doña Mª Antonia Palomo había presentado a la Comisión de Presidencia, al entender que obraban razones y hechos más que suficientes para hacerse acreedor de la Medalla autonómica.
Pero los miembros del PP, en no muy buenas relaciones con la justicia, creyeron entrever un ataque directo a su nunca bien ponderado ex Delegado del Gobierno, Don Luis Vicente Moro, quien ha sido acusado por el Juez de delitos tan graves como prevaricación, contra la independencia del poder judicial, injurias y calumnias y revelación de secretos oficiales. Ante tamaña perfidia, los “buenos” hombres del PP optaron por aunar sus fuerzas y contrarrestar tamaño desafuero, auspiciando la candidatura del Señor Moro, quien a su parecer debe ostentar mayores virtudes para hacerse merecedor de tan digna distinción. Y no un “pobre” Juez que sólo dirige una sala de la Audiencia de Cádiz. Mas a su pesar, alguien les advirtió que por acuerdo plenario, los penados no pueden ostentar dicha condecoración y evitándole una gran vergüenza al posible homenajeado si fuese condenado, optaron por retirar la candidatura pues imagínense el bochorno de tener que devolver la condecoración.
No obstante su problema no se había zanjado, cómo podían soportar que un ciudadano que llevaba al banquillo de los acusados no solo a su admirado ex delegado del gobierno sino también a su concejala de Fomento, portavoz del grupo local y del gobierno municipal recibiera de manos del Alcalde de nuestra ciudad tan pundonoroso galardón. Y una mente cristalina halló el remedio a tanto mal, que este año no se den a personas, pues quizás “no se hayan visto méritos suficientes en personas físicas y sí en las jurídicas”. Pero su gozo en un pozo, la tenaz Palomo, en un corto regate propone a la Sala Sexta de la Audiencia Provincial; ¿cómo iban a oponerse tan justos señores a premiar a tan alta instancia? Y así, con el acuerdo de todos los grupos, se acordó por unanimidad premiar a las instituciones que cada partido había propuesto.
Menudo rapapolvo recibió, quien esa enmienda aceptó, cómo podía ser tan ingrato con quien se desveló por sus intereses, pagarle con tamaña felonía a quien se desvivió por eludirle volver a su trabajo y tener que cumplir esa dura sanción por malversación de fondos, es que no se daba cuenta que quien recogería el preciado galardón sería ese “pobre” juez que osaba acusar a nuestro inmarcesible ex delegado del gobierno, cómo se le ocurría aceptar tamaña afrenta a quien consiguió “hacer caer todo el peso de la ley” a esos delincuentes de pacotilla que se adueñaron de nuestra ciudad. ¡Qué desagradecido! Y así pasaba el verano y los duros chicos del PP seguían maquinando cómo poder encontrar una solución a tal afrenta, cómo poder evitar que recibiera tan digna distinción quien osara poner en entredicho a la insignia del gobierno del Señor Aznar en nuestra ciudad. Y un lúcido miembro encontró un resquicio de salvación: eso de dárselo a una sección de la Audiencia de Cádiz nos debe parecer muy pobre, otorguémoselo a toda la justicia de Ceuta, así engrandeceremos el galardón y excluiremos a ese “pobre” juez del estrado.
E impasible el ademán, las fuerzas peperas adelantaron su propuesta, presentaremos una enmienda que amplíe el premio a toda la justicia ceutí, rompiendo el consenso con los demás grupos, dejando la palabra de nuestra Alcalde en el vertedero (sin necesidad de que Urbaser lo haga), podremos lavar la honra de nuestro admirado ex delegado del gobierno. Da igual que Vivas quede como un vil tahúr, como un hombre sin palabra, sin honor, nuestro ex delegado del gobierno nos lo agradecerá, él sabrá reconocer los grandes esfuerzos que sus hombres en Ceuta han realizado para evitarle tragar tal pócima. Pero no supieron medir la reacción de la pertinaz Palomo, abrió la caja de los truenos y su escudero Moreno lanzó las primeras saetas hacia la cabeza de Vivas “pediremos explicaciones a Vivas, que creo es el máximo responsable”. Morales inventaba reglamentos, acudía a su mayoría absoluta, buscaba argumentos para su “pobreza”, mientras, entre bambalinas, la princesa buscaba a un actor que interpretara el drama en el escenario, unos se negaban, otros se escondían; pero la dura Palomo no cejaba en el empeño, cerraba el cerco sobre Vivas, si se rompe el consenso, rompemos la baraja, el Alcalde sabrá a que atenerse, es inconcebible que una propuesta aceptada por todos los grupos sea modificada a su antojo. Y nuestro primer edil empezó a recular, a verse como cabeza de turco de una jugada de su partido y ante lo que se le venía encima, prefirió que las aguas volvieran a su cauce y con su “poder de convicción” cambió el parecer de los suyos y dejar que el “pobre” juez recibiera su medalla.
Como todo cuento tiene su moraleja, la oposición ya sabe dónde hay que dar.

Otro día de la Autonomía

Celebramos el día dos de septiembre una nueva festividad del rimbombante “día de la autonomía”, ese día que se han dado los políticos para celebrar la onomástica del Estatuto de Autonomía que la Ley Orgánica 1/1995 aprobaba, un Estatuto del que nuestros gobernantes no han sabido sacarle el jugo en sus diez años en vigor y ya se han entusiasmo con los trámites para cambiarlo. Un nuevo Estatuto que, a un pueblo de 19 kilómetros cuadrados y una 75.000 personas, lo convertirá en toda una Comunidad Autónoma.

Se iniciaron las celebraciones con las disputas por las medallas, no las olímpicas, sino las llamadas de la autonomía: que si tu se la quieres dar a ese señor, yo se la doy a éste, que ahora a personas no, que sólo a instituciones. Luego de llegar a un acuerdo tras arduas reuniones entre los distintos grupos municipales, el Partido Popular (PP) intenta introducir una nueva enmienda que cambie el sentido del mismo, después de una semana de pasión para el portavoz de la Comisión de Presidencia, los hombres del PP recuperan la cordura, volviendo al consenso y premiando por fin la Ciudad, que no el Gobierno, a quienes más se lo merecen.

Después de un año de haber iniciado los “trabajos” para este nuevo Estatuto, seguimos sin ver ni un solo avance en ese proyecto, deben ser estos “trabajos” los famosos de Hércules, pues no se entiende que en tanto tiempo ni siquiera se haya llegado a presentar un borrador a la comisión. Aún así nuestros representantes se empeñan en decirnos que nos convertiremos en toda una Comunidad Autónoma, pero como adelantaba a primeros de año “poco futuro le veo a este nuevo Estatuto si no existe un total consenso entre todas las fuerzas representadas en el Ayuntamiento”, ocho meses han trascurrido desde esas palabras y seguimos en el mismo lugar, sin un nuevo Estatuto, ni sombra que se le parezca.

Pero, si a alguien hay que reconocerle ganas de que nuestro pueblo logre esa “ansiada” (a ver si va nos va a pasar como con los catalanes que menos del 3% cree necesario el cambio de estatuto) condición de Comunidad Autónoma, es al Partido Socialista Obrero Español (aclaro porque al otro poco podemos agradecer), con un gobierno socialista se conseguía aprobar el actual y un gobierno socialista ha abierto la puerta para que se pueda acceder a esa soñada condición de Comunidad Autónoma. A pesar de la bravuconada del diputado popular D. Francisco Antonio González Pérez (que creo que sigue siendo diputado, pues en la página del Congreso sale su ficha como activo, o sea, que sigue cobrando) soltaba desde su escaño: “porque hemos dicho, y lo repito desde esta tribuna, que el Grupo Popular no renuncia, bajo ningún concepto- cuando el devenir político cambie y cuando la estructura de esos bancos azules cambie también- a aplicar en un futuro la transitoria quinta”.

Y cambiaron, vamos que si cambiaron, durante ocho largos años se produjo el silencio absoluto, quizás los primeros cuatro años, con eso de tener que hablar el catalán en la intimidad (t’estimo ampolleta meva(*), supongo que diría) les impidió aplicar la transitoria quinta, y claro, ya con la mayoría absoluta a ver quien le decía algo a nuestro Aznar Imperator, como para atusarle el bigote con eso de la transitoria quinta, con lo poco que le gustaba la Constitución. Pero igual de callados permanecieron esos que se proclaman ahora los mayores defensores de la autonomía, los que cuelgan carteles en su caseta solicitando la autonomía, los que se declaran representantes del verdadero pueblo ceutí (los del Ayuntamiento deben haber sido votados por gentes de otros lugares) ¿dónde estuvieron durante esos largos ocho años? Ahora que un gobierno socialista (obrero español, no se vayan a confundir) da la posibilidad de convertirse en una Comunidad Autónoma, ¿van a arremeter como iluminados contra esa posibilidad o solo aspiran a vivir de ideas? ¿Qué ocultos intereses hay en esa renovada fe autonomista de este grupúsculo, que hasta es recibido por el Alcalde como si fueran uno de los mayores grupos municipales y no recibe a Izquierda Unida, de la que le separan escasos votos? ¡Ay! esas pinzas.

Sin embargo tras las reuniones que los partidos nacionales tendrán en septiembre, vendrán con la lección bien aprendida, y ya verán como seguirá sin convocarse la Comisión para la Reforma del Estatuto, vaya a ser que se vean en la obligación de tener que presentar un Estatuto que no convenza a nadie, así que esta reforma seguirá durmiendo el sueño de los justos. Y con lo bien que estaríamos integrados en Andalucía.

(*) te amo botellita mía.

Todos queremos más

El Presidente de la Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE) , Don Antonio García Sencianes, mostraba, en una entrevista a El Faro, su tristeza ante la imposibilidad de crear empleo y riqueza, “valores fundamentales para cualquier empresario”, debido, según expresaba, a la falta de atractivo del marco fiscal que posee nuestra ciudad. Un régimen fiscal que un reciente libro de una empresa local dirigida por otro empresario ceutí, lo calificaba como “Estudio de un privilegiado, pero desconocido régimen impositivo”.

Para el representante empresarial, a Ceuta “no le queda otra salida que la de ampliar su régimen económico y fiscal(...); por ahora cuando una empresa local decide saltar a la península se le penaliza, dado que aquí disfruta de una bonificación del 50 por ciento en el impuesto de sociedades, pero en cuanto pone un pié fuera de Ceuta pierde la fiscalidad especial que está disfrutando aquí”. Así que lo que nuestro líder empresarial pide no es que se modifiquen las ya ventajosas medidas fiscales que se tienen, sino que se les amplíen para crear riqueza y empleo fuera de nuestra ciudad, que se le den unas ventajas en la península, que el resto de empresarios no tienen, ¿les ha preguntado el Presidente de la CECE, quien tiene parte de sus negocios en la península, a sus asociados de la Confederación Empresarial Andaluza qué opinión tendrían de esa medida, que supondría una competencia desleal, a los empresarios andaluces? Las ventajas económico fiscales tienen sus razones de ser en Ceuta, no fuera de nuestra ciudad, se han realizado para superar las desventajas geográficas y de escasez de recursos de que dispone la ciudad, para que generen riqueza y empleo en la economía local, no para que se realicen contabilidades creativas que enriquezcan a unos cuantos espabilados, como aquel famoso financiero, que residía oficialmente en Ceuta, pero al que nunca se le veía por las calles de nuestro pueblo.

El señor García Sencianes cree que “Ceuta puede empezar a tener un marco atractivo, algo que haga que las empresas piensen en Ceuta como una oportunidad y les haga entender que antes o después es necesario que pongan aunque sea un pié en la ciudad”. De agradecer que el representante de los empresarios desee ampliar el círculo de sus representados y haga un llamamiento a otros empresarios externos para que inviertan en nuestra ciudad, porque según se desprende de sus palabras han de venir de fuera para invertir, pues los empresarios ceutíes no ven, en las atractivas medidas fiscales existentes, ventajas para poner su dinero en los negocios ceutíes y por ello pide que se apliquen esas ventajas en los negocios que los empresarios ceutíes hagan lejos de nuestra ciudad, que allí sí que deben existir grandes posibilidades empresariales, pues aquí las deben ver los empresarios de fuera, como los dos grandes empresarios italianos que, aprovechándose de las Reglas de Origen, han montado una próspera empresa en Ceuta. Los nuestros no deben saber qué son o no deben tener ganas de arriesgar sus cuartos en nuestra ciudad.

Y es tan escasa la iniciativa de nuestros empresarios que según su presidente “Hoy la única ilusión que existe entre padres e hijos es trabajar para el Ayuntamiento de la ciudad”. Lógico si la tasa de temporalidad en los contratos de trabajo es la más alta de España; si nuestros empresarios se dedican a pasar de una empresa a otra de su propiedad, a sus trabajadores para evitar que puedan tener contratos indefinidos e impedirles tener una seguridad que les permita afrontar su futuro con cierta claridad. Si ante las grandes bonificaciones en la Seguridad Social que tienen ciertos sectores económicos de nuestra ciudad tan sólo ha servido para que en el año 2004 se incrementara el número de afiliados a la Seguridad Social en un 1,03% y en los siete meses que llevamos de este año en un 1,76%, cuando esos datos en España han sido de 2,91% y un 3,05% sin esas bonificaciones. Y el mayor incremento se ha producido en el Régimen Especial de Empleadas de Hogar donde el año pasado se produjo un incremento de casi el 10% y este año es del 7,2%, aún así, el número de trabajadores del hogar es un 41% del que hay dados de alta en Melilla, cuestión muy significativa.

Y termina el Señor García Sancianes señalando que “Ceuta está preciosa, muy bonita, pero ni los empresarios ni los comerciantes viven de la estética”, ni los 6.024 parados inscritos en el INEM, después de ocho años de Gobierno del Señor Aznar y cuatro del Señor Vivas, el Presidente de los empresarios se da cuenta ahora que el “marco económico está por encima del estético”. Ceuta necesita de empresarios que no sólo exijan no pagar impuestos, ni IPSI, ni Seguridad Social, necesita emprendedores que sepan aprovechar las numerosas ventajas que existen en nuestro Régimen Económico Fiscal; que utilicen las Reglas de Origen; que de nuestra ubicación geográfica sepan obtener condiciones favorables para sus negocios; pero lo que no necesita Ceuta son empresarios que deseen invertir en otras ciudades o esperen que las subvenciones oficiales les suplante su inversión.

Aquellos Comandantes Generales

Hay quienes recuerdan con nostalgia aquellos tiempos en los que el Comandante General era la máxima autoridad civil y militar, por supuesto, de nuestra ciudad. Tiempos en el que nuestra sociedad se rendía a las estrellas como símbolo del poder de una dictadura militar que reprimía con dureza a quienes se salían del orden establecido y no demostraban la adhesión inquebrantable al régimen. Unos Comandantes Generales que actuaban como auténticos virreyes para su mayor gloria, rodeados de una corte que los vitoreaba y adulaba hasta la saciedad. Pero con la llegada de la democracia, se instauró un poder civil, representado por el antiguo Gobernador Civil y actual Delegado del Gobierno, que hizo volver a los cuarteles la figura del Comandante General. ¿O no?

Varias actuaciones de nuestro actual Comandante General parecen querer devolver a esa figura, integrada en el organigrama de la Delegación del Gobierno, esa imagen del todopoderoso militar que quiere dirigir la política del gobierno en nuestra ciudad. Así a la noticia que publicaba La Razón sobre la supuesta venta de tanques M-60 a Marruecos, desmentida por el mismo periódico, no sólo la asentía transformándola en una donación, sino que daba plazos de entrega de las unidades a nuestro vecino. Todavía se espera el desmentido del Comandante General a esta noticia que ponía en entredicho al gobierno socialista, una vez conocido que quien regalaba armas a Marruecos era el gobierno del Señor Aznar, no el del Señor Rodríguez Zapatero.

La semana pasada salía de nuevo el Comandante General a los medios de comunicación para anunciar la próxima firma del III Convenio con el Ministerio de Defensa, información que aprovechó la concejala de Fomento y portavoz del Gobierno Municipal, Doña Elena Sánchez, para su lucimiento personal y loar al militar. La Delegación del Gobierno quedó en fuera de juego, cuestión que empieza a ser normal con quien dirige el estamento militar en nuestra ciudad. Pues en esta semana ha vuelto a los medios para desempolvar una antigua polémica, que el senador Gordillo llevó a la alta cámara en forma de pregunta escrita, que de las orales ha debido salir escaldado. Esta vez el asunto ha sido la creación de una guardería dentro del acuerdo de medidas para favorecer la incorporación y la integración de la mujer en las Fuerzas Armadas; el Comandante General informa que no figura en los proyectos del Ministerio de Defensa la creación de guardería alguna en nuestra ciudad, y que deberemos esperar al próximo plan para poder disfrutar de dicha instalación. No debe haber llegado a manos del Comandante General el Plan de Infraestructuras del Ministerio, donde se incluye para el año 2.006 la construcción de una guardería en uno de los acuartelamientos de Ceuta, o quizás como indica la orden 524/2005 del Ministerio de Defensa no habrá realizado la propuesta para que una de las unidades bajo su mando sea escogida como ubicación de la misma, o considere que en los establecimientos bajo su mando no es necesario ningún centro infantil; o quizás sepa de antemano que no será posible realizar un convenio marco con la Ciudad para instalar la guardería ante la negativa del gobierno municipal.

A estas actuaciones hay que añadir que fue el promotor e impulsor de la candidatura al Premio Convivencia de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, una asociación utilizada por el Partido Popular para enfrentarse al gobierno socialista, aunque comprensible por su situación familiar, bien podría haber esperado para estar fuera de un cargo público del gobierno socialista para acometer la propuesta. Porque cuando uno asume un cargo público, lo único que se le exige es un mínimo de lealtad con quien le ha nombrado, a no ser que esa lealtad la haya aprendido de quienes en 1.936 se alzaron contra un gobierno legítimamente constituido. No niego a nadie la posibilidad de participar en la vida social e incluso política de la sociedad a la que pertenece, pero en el caso de los militares saben cuáles son sus obligaciones y primero deben colgar el uniforme para dedicarse a ella, o al menos eso era lo que tenía entendido.

Tirar a matar

La policía británica asesinaba en el metro de Londres a Jean Charles de Menezes, brasileño de 27 años, al parecer intentó huir de los agentes, quienes interpretaron esa fuga como un acto de un posible terrorista suicida y para evitar un mal mayor decidieron ejecutarlo con ocho disparos. El comisario jefe de Scotland Yard, sir Ian Blair ha pedido disculpas por tan lamentable error y el Primer Ministro Británico, Tony Blair ha excusado a su policía y no ha descartado que pudieran repetirse estos hechos pues se seguirá aplicando la nueva política de disparar a matar a los sospechosos de preparar o cometer atentados.

En nuestro país, el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, don Francisco José Hernando justifica esta política del “tirar a matar” porque “estamos ante la III Guerra Mundial, que es la guerra contra el terrorismo. Y en la guerra hay que crear situaciones extremas. Estoy en contra de la pena de muerte. Pero cuando el riesgo que se pretende evitar es mayor o puede producir muerte de inocentes, la evitación del riesgo me parece oportuno”.

Nos extraña oír en una de las máximas autoridades de nuestro derecho semejante alegato, primero porque hablar de Guerra Mundial supone seguir a pies juntillas la política de la administración Bush, que quiere convencernos de que sus actuaciones en cualquier parte del mundo se corresponden con una guerra contra el terrorismo; en segundo lugar porque presupone dar el mismo nivel al contrincante, la guerra sirviéndose del terror debe permanecer en el bando de al-Qaeda; y en tercer lugar, y que me parece mucho más preocupante, la justificación de que “todo vale” para protegernos de los males del terrorismo.

Nuestra sociedad occidental, de la que tanto alardeamos su supremacía, basa su convivencia en el respeto a las leyes, leyes que nos damos entre todos a través de nuestros representantes en los parlamentos, quienes en nuestro nombre las crean y que son interpretadas por unos jueces independientes del poder que las genera. Puede ser un sistema imperfecto, pero es el mejor que nos hemos dado, por ello si desde el poder, que es quien debe ser el máximo valedor de estos principios, se aplican sólo cuando van en defensa de sus intereses se quiebra ese principio de convivencia y nuestra democracia está en peligro. El derecho es el principal valor de nuestra forma de gobernarnos y debemos exigir, desde cualquier lugar que ocupemos en nuestra sociedad, su cumplimiento.

En Gran Bretaña se quieren introducir modificaciones en el ordenamiento jurídico que afectan al derecho a la intimidad (el secreto de las comunicaciones o la inviolabilidad del domicilio) o a la información de los servicios de inteligencia que podrían usarse como pruebas sin descubrir la fuente de la que procede, o a la consideración como delito de ciertas conductas que podrían considerarse como “terroristas”. Cambios que han sido precedidos por la Patriot Act de los Estados Unidos que limita ampliamente los derechos de los ciudadanos. Quizás a Bush y a Blair deberían recordarles las palabras de Winston Churchill en 1.943 ante la amenaza nazi: “El poder del ejecutivo para confinar a un hombre a la cárcel sin formular acusación alguna ante la justicia, y particularmente para negarle el juicio por parte de sus pares, es odioso en extremo, y la base de todo gobierno totalitario, sea éste nazi o comunista”.

Se debe luchar contra el terrorismo, sea cual sea su inspiración, pero la fuerza de esa lucha debe ser legítima, contra el terror la sociedad democrática no puede responder con la barbarie, con actos como las detenciones indiscriminadas en Guantánamo de los apresados en Afganistán; o la desviación a países con una legalidad más laxa de presuntos terroristas para permitir su tortura; o el saltarse la legalidad internacional para invadir un país. Si nos vanagloriamos de nuestra supremacía, ésta es nuestra absoluta obediencia a la ley y es en ese cumplimiento donde debemos ganar al terrorismo.

Cada vez más sufrimos una reducción de nuestras libertades, la exigencia que hace la ciudadanía de una mayor seguridad por el miedo que producen los actos terroristas, conduce a nuestros gobernantes, ante su manifiesta incapacidad para encontrar nuevas soluciones, a responder no con actos que conllevan más seguridad sino que conducen a tener menos libertad. Se produce una mayor seguridad con una mejor educación, con una mayor ayuda internacional que permita el desarrollo de los países pobres y sobre todo con el cumplimiento de la legislación vigente y la exigencia de su cumplimiento a todos los países, nunca reduciendo los derechos de una sociedad en la que son su fundamento y menos saltándose la legalidad para permitir el asesinato indiscriminado de un ciudadano.

¿Es Blair un líder para Europa?

El pasado uno de julio el Reino Unido tomaba posesión de la presidencia de la Unión Europea, y con ella, su Primer Ministro Tony Blair, las riendas para los próximos seis meses de una Europa que se encuentra sumida en una grave crisis política, por el no francés y holandés al Tratado Constitucional, y que el sí luxemburgués no parece haberle revivido, y una crisis económica, por la falta de acuerdo para el próximo Presupuesto comunitario y las políticas que deben primar para hacer una Unión competitiva frente a la amenaza de la globalización.

Ante la falta de un liderazgo claro en Europa que sepa aunar a las distintas naciones en unos objetivos comunes, tras el fracaso del eje franco-alemán y los traspiés de Chirac y Schroder en sus respectivos países y a la espera de su cambio por Sarkozy y Merkel; Blair, se proclamó como paladín de una nueva Europa en el Parlamento de Estrasburgo el pasado veintitrés de junio definiéndose como “un pro-europeo apasionado”, cosa extraña en quién ha seguido la tradición británica de defender los intereses nacionales británicos sobre los supranacionales, de quién ha preferido mantener a Gran Bretaña fuera de la Unión Monetaria Europea o de quién ha preferido enterrar el debate sobre el Tratado Constitucional Europeo anulando su compromiso sobre el referéndum en su país.

Y así este mago de la reencarnación política nos dice que “Creo en una Europa como proyecto político. Creo en una Europa con una fuerte dimensión social y humanitaria. No aceptaría jamás una Europa que fuera simplemente un mercado económico(...). Ahora, casi 50 años después, tenemos que renovarnos (...), sólo si volvemos a compaginar los ideales europeos en los que creemos con el mundo en el que vivimos. (...) Es el momento de reconocer que sólo mediante un cambio recuperará Europa su fuerza, su importancia, su idealismo y, en consecuencia, el apoyo de la población”. Y el cambio que nos propone el Primer Ministro Británico es el de nuestro modelo social: “ el objeto de nuestro modelo social debería ser reforzar nuestra capacidad de competir, ayudar a nuestros ciudadanos a hacer frente a la globalización, permitirles que aprovechen sus oportunidades y eviten sus riesgos”.

Las recetas para ese cambio de nuestro modelo social son las aplicadas por el neoliberalismo económico que encarna el Presidente Bush y de quien Blair es su mejor aliado en Europa: la desregulación del mercado de trabajo (con la puesta en marcha de la Directiva sobre Servicios, la que permite contratar a trabajadores de un país con los salarios de ese país), la reducción del gasto público (en sanidad, educación). Políticas neoconservadoras que más que enfocar la Unión Europea hacia una dimensión social, la encaminan hacia la visión de una Europa de los mercaderes, el objetivo que todos los dirigentes británicos han querido para Europa, el mercado donde poder vender sin tener que comprometerse en otras políticas sociales, de defensa o de exteriores.

Para hacer más creíble este “pro-europeísmo” tardío de un renacido Blair, ha convocado una cumbre informal para este otoño donde debatir sobre este nuevo modelo social, consiguiendo trasladar el verdadero debate sobre el presupuesto comunitario, a sus intereses por reducir las conquistas sociales y laborales adquiridas durante más de un siglo por los trabajadores europeos. En vez de entrar en los principales problemas que tiene la Unión Europea, Blair ha preferido crear un nuevo debate que parezca que le hace proclamarse líder de una nueva Europa, pero las políticas que nos propone son las del siglo XIX, que nos condujeron a la Europa de la primera mitad del siglo XX. Unas políticas que fracasaron y que volverán a hacerlo por mucho que nos las dibujen como nuevas.

Europa necesita de un cambio para salir de la crisis en la que los dirigentes actuales la han sumido, pero un cambio que suponga construir una Europa más social, con la aplicación de políticas expansivas, lo que conlleva un crecimiento del presupuesto comunitario; una Europa más política en la que los ciudadanos tengan una mayor capacidad de decisión; una Europa con una política exterior y de defensa conjunta que aúne los intereses de los europeos y que nos permita opciones propias sin estar supeditados a otras organizaciones o alianzas. Y lo que principalmente necesita Europa son líderes comprometidos con Europa, no con sus propios intereses. El próximo día veintisiete, José Luis Rodríguez Zapatero se reúne con Tony Blair, esperemos que la opinión de nuestro presidente no pase de la que tenía el ministro de defensa, Señor Bono, a una asunción total de las propuestas del líder del conservadurismo británico y sepa hacerle ver que Europa se construye con más políticas sociales y menos liberalismo a ultranza.

El Padrino de la Constitución

En una entrevista en la revista Temas para el Debate de la Fundación Sistema del pasado mes de mayo, Don Alfonso Guerra se definía como “padrino” de la Constitución, en el sentido español del término, el de la persona que se encarga de la formación de los hijos cuando el padre desaparece, para aquellos malpensados que estarán cavilando en su sentido italiano. Y así vemos que es de los pocos que han salido en defensa del cumplimiento de nuestra Norma fundamental, exigiendo que los nuevos Estatutos de Autonomía que se aprueben, la acaten.

No ha sido el único, dentro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que ha expuesto sus dudas sobre la constitucionalidad de algunos proyectos de estatutos, Rodríguez Ibarra, Manuel Chaves y últimamente José Bono y el presidente de Castilla La Mancha, José María Barreda, han unido sus voces para dudar sobre ciertos términos utilizados y, sobre todo, por el tipo de financiación autonómica que incluyen esos borradores, que en su visión vienen a romper la solidaridad entre los distintos territorios que como derecho fundamental se incluye en el artículo segundo de nuestra Carta Magna.

Guerra señala que todos los proyectos que se están desarrollando inciden en los preceptos constitucionales, todos reforman la Constitución a través de los Estatutos, cuando jurídicamente no es posible esa modificación, para reformarla existen los mecanismos dentro de la propia Norma, y hacerlo mediante los Estatutos supone saltarse nuestra Norma fundamental. Toda la razón tiene, el presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, al indicar que debe ser ahora, antes de que sean aprobados los proyectos en sus respectivos Parlamentos, cuando se deben adaptar a la Constitución, pues si son aprobados unos Estatutos que no son constitucionales, a las Cortes no les quedará más remedio que rechazarlos, como pasó con el llamado Plan Ibarretxe. Este rechazo provocaría una confrontación entre Instituciones que no es nada recomendable y sobre todo alentaría una actitud de victimismo de ciertos partidos nacionalistas que sólo viven de ella. Por ello se equivoca el Señor Pérez Rubalcaba cuando manda callar a Guerra, o cuando el “conseller en cap” Señor Bargalló alecciona a Rodríguez Zapatero para que ponga orden en el gallinero. No es una cuestión de mandar callar, sino de acatamiento de la legalidad.

Hemos pasado en quince años de ser uno de los países más centralizados, a ser el tercer país más descentralizado del mundo, tras Canadá y Australia, de un 53% del gasto que tenía el Estado en el año 1.982, a un 19,7% que se estima será en este año. Si consideramos que en ese porcentaje se incluye materias tan exclusivas del Estado como Defensa o Exteriores, poco margen queda para poder descentralizar. ¿Qué clases de competencias exigen entonces estos proyectos de estatutos, si por cuestión de gasto, prácticamente está todo transferido?

El proyecto de Estatuto de Cataluña se parece más a una constitución que a un estatuto, no sólo en su longitud, pues si el actual tiene un total de 72 artículos incluyendo las disposiciones adicionales y transitorias, el borrador alcanza los 218 artículos, siete disposiciones adicionales, cuatro transitorias y cinco finales (nuestra Constitución tiene 169 artículos), sino también en los temas que trata (derechos fundamentales) o la asunción de competencias estatales exclusivas (aunque luego añaden en la disposición adicional que se hará mediante aprobación de una ley de las Cortes). Si a ello añadimos el asunto de la financiación, con una fórmula que hace que los derechos que son de las personas pasen a ser de los territorios (basándose en la manipulada fórmula de la obtención de las balanzas fiscales) difícilmente puede pasar por un Estatuto constitucional y mucho deberán cambiarlo para poder pasar por el tamiz de nuestras Cortes.

Pero tampoco hay que irse tan lejos para observar proyectos de Estatuto que no se ajustan a la Constitución, los bodrios de instituciones que nuestros políticos quieren crear para nuestra ciudad deberían indicarnos antes en qué parte de nuestra Constitución se encuentran, dónde está que un Alcalde no presida su Pleno Municipal, dónde que un municipio pueda ser una Comunidad Autónoma, y si nos convierten en Comunidad quién legislará si no tenemos esa capacidad estatutariamente, puesto que ninguno de los partidos nacionales está dispuesto a dárnosla. Quizás el diputado Guerra pueda contestarnos a estas dudas próximamente y aconsejar a nuestros concejales por dónde debe ir la reforma para que se ajuste a la Constitución.

Seamos serios, si se desea cambiar nuestra Constitución, hágase según las fórmulas que se marcan dentro de ella, pero no usen los proyectos de Estatuto como puerta de atrás para modificarla, pero para hacer esos cambios es necesaria una mayoría muy cualificada, mayoría que debe contar con el Partido Popular. A los españoles nos costó darnos una Norma Fundamental para convivir, en ella nadie pudo decir que impuso sus deseos, todos cedieron para que fuera la Constitución de todos y durante 25 años nos ha servido para convivir dentro de este país, al que pocos siguen llamando España, esperemos que todavía queden en nuestros gobernantes un poco de sentido común para evitar crear ciudadanos con distintos derechos y deberes, pues es en los individuos en quienes recaen, no en los territorios. O si no, muchos padrinos como Guerra necesita nuestra Constitución.

Los números de turismo

Cada mes nuestro concejal de turismo nos hace referencia al número de “turistas” que según su departamento llegan a nuestra ciudad, cada mes esta cifra suele ser mayor que la del mes anterior y no digamos cuando la comparan con la del mismo mes del año anterior, los datos aumentan un treinta o un cuarenta por ciento. Pero no sólo se atreven a darnos el número exacto de “turistas” que nos visitan, sino hasta el gasto que realizan en nuestra ciudad.

Así durante el mes de mayo, nuestro rumboso edil nos indicaba que la ciudad acogió a un número total de 13.563 personas, que benefició a los comerciantes de nuestro pueblo en un total de 826.916,35 euros, que precisión la de nuestros hombres de turismo, nos redondean hasta el céntimo lo que se gastan nuestros “turistas”, eso sí que es una red de información y no la de algunos servicios secretos; ya encuentro la finalidad que tiene el sombrerito de paja, no es para que les evite una insolación, sino que debe llevar integrado de una forma oculta un microchip, que desde ese pedazo de Centro de Procesos de Datos del Ayuntamiento, dirigido por un monstruo de la informática como el Señor Barbancho, controla todos y cada uno de los gastos que nuestros visitantes realizan en nuestro suelo, transfiriendo en tiempo real los datos hasta el móvil de nuestro responsable de turismo, que va recibiendo mensaje a mensaje cada una de las consumiciones que realizan los visitantes, de ahí la alegría que muestra por nuestras calles el concejal cuando su móvil recibe un mensaje.

Deberían aprender los chicos del Instituto Nacional de Estadística (INE), mira que decir que el número de viajeros en hoteles de nuestra ciudad ha pasado de 26.977 en los cinco primeros meses del año 2.004 a 25.369, en los de este año, y decir que los ingresos hoteleros han descendido un 1,6% en relación al año anterior. Y encima insisten en llevarles la contraria a nuestros hombres de turismo, cuando señalan que el Índice de Comercio al por menor desde febrero del año 2.004 no ha dejado de caer desde febrero de 2.004 a precios constantes, dato que para la portavoz del Ayuntamiento, la Señora Sánchez es negativo y preocupante. Pero de este último dato la culpa no la tienen los chicos de turismo, la tenemos los ceutíes, porque el puente de mayo nos fuimos 44.792 personas, quedándose en nuestra ciudad sólo 29.862 ceutíes, o al menos eso decía el titular de este periódico el 30 de abril (“El 60% de la población ceutí se marcha de Ceuta”), y claro nos gastamos toda la paga fuera y después no nos queda ni para comprar el pan en nuestro pueblo, ¡no va a bajar el índice ese!

La evolución de los viajeros desde que el “gran gestor” Vivas se hizo cargo de la alcaldía no ha dejado de incrementarse, o al menos así nos lo quiere hacer ver el Consejo Económico y Social (CES) en su Memoria Socioeconómica y Laboral del año 2.003, y en las páginas 65 y 66 nos muestra un cuadro sobre “Movimiento de viajeros: establecimientos hoteleros”, en el que los primeros datos hasta el año 2.000 vienen a coincidir con los datos que el INE da sobre viajeros en hoteles en nuestra ciudad, pero a partir de ahí los números se disparan y no coinciden con los datos del INE, y para el año 2003 se dice que los viajeros en establecimientos hoteleros ascienden a 168.661, mientras el dato del Instituto es de 74.914. Lo que nos demuestra la gran independencia de nuestro CES a la hora de elaborar sus estudios e informes y lo inexactos que deben ser en ese Instituto Estadístico que a buen seguro manipula el gobierno socialista (¿pero en el 2.003 no estaba el que quieren nombrar hijo adoptivo?).

Y si nuestros visitantes quieren informarse sobre como hacer turismo en Ceuta pueden consultar el gran soporte que supone la página “web” del Ayuntamiento, que permite, entre otras cosas, a nuestros turistas saber que pueden llegar a nuestra ciudad a través de los barcos de Transmediterránea y de Buquebus. Pero Euroferrys no debe haber facilitado los horarios, porque no creo que la inexistencia de información de esta compañía sea debida a otras causas, mas que a la mala política de comunicación de esta gran empresa ceutí, que no para de bombardearnos en la prensa con sus horarios.

Los datos que suministra nuestra concejalía de Turismo deben estar contrastados y siguiendo una metodología estadística rigurosa que impide errar en las conclusiones, como esas encuestas en las que dicen los visitantes que llegaron en el mes de mayo, que 464 lo hicieron con el único objetivo del turismo (a qué vinieron los 13.099 restantes, ¿a trabajar?) y que 320 tienen una muy buena valoración turística de la ciudad (¿y los 13.243 restantes no contestan o su opinión es tan desfavorable que no merece la pena señalarla?).