¿Ideas sobre el estatuto?(II)
Curioso que el proyecto del PP coincida en su forma de las Instituciones con el del Partido Socialista del Pueblo de Ceuta (PSPC), a excepción de la capacidad legislativa, y aunque este último grupúsculo político opte por asumir todas las competencias habidas y por haber, su carismático líder nos aclaraba en un confuso artículo que pedir se piden porque queda bien, pero que de asumirlas nada de nada, ¿estaría pensando en los afilados de sanidad y educación de su sindicato cuando decía que no sería prudente gestionarlas de inmediato? ¿Buscará el PSPC, con ese proyecto tan parecido al del PP, esa pinza que comunistas y populares tan bien desarrollaron en los tiempos de Anguita y Aznar?
Del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) tampoco nos llega la definición de su proyecto, algo lógico cuando entre las distintas Ejecutivas regionales andan a la gresca sobre la definición que hay que darle a cada una de las Comunidades Autónomas y no digamos de la forma en que deben financiarse, hasta se ha oído que nuestro paisano el Sr. Chaves había amagado con dejar el cargo de Presidente del Partido si se cedía a las pretensiones del Partit Socialista de Catalunya (PSC). Incluso en este partido federado al PSOE, se ha creado la corriente que los nacionalistas llaman de los charnegos, los que vuelven a ondear la bandera de la Federación Socialista de Catalunya-PSOE, los verdaderos socialistas, pues los otros no son mas que nacionalistas embozados.
La postura del Gobierno de D. José Luis Rodríguez Zapatero ante el nuevo Estatuto se basa en dos ejes fundamentales un amplio consenso en la Asamblea que lo proponga y que el proyecto se enmarque dentro de la Constitución. Oímos al ministro Don Jordi Sevilla alegar que desde nuestra ciudad se pretende cambiar la Constitución cuando se plantea el adquirir el rango de Comunidad Autónoma o aplicar la manida transitoria quinta. Esas declaraciones pueden basarse en distintas teorías de derecho constitucional, una primera diría que la transitoria quinta ya se ha cumplido, pues Ceuta posee un Estatuto de Autonomía, por lo que no podría a través de esa norma exigir lo que ya tiene; otra es la que se basa en que no es factible acceder al rango de comunidad siendo únicamente un municipio, pues la Constitución sólo hace mención a Comunidades Autónomas cuando son formadas por varias provincias o uniprovinciales, y para territorios no integrados en la organización provincial el darles un Estatuto de Autonomía, que es lo que tenemos ahora. Asumiendo cualquiera de estas teorías, para que nuestra ciudad pudiera acceder al rango de Comunidad Autónoma debería cambiarse la Constitución.
Nuestros políticos quieren convertirnos en una Comunidad Autónoma, pero sin capacidad legislativa que es lo que define políticamente a una Comunidad, con unas competencias que no se asumirían, entonces para qué se quieren, ¿para adornar el salón de Plenos? Y por saber no saben ni cómo quieren llamarnos. Pero el pueblo ¿qué es lo que quiere? Básicamente el no dejar de ser español, el sentirse integrado dentro de las organizaciones administrativas de nuestra España, sin embargo nadie le ha explicado cómo se estructura administrativamente nuestro país y qué es ser iguales y qué ser diferentes.
Del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) tampoco nos llega la definición de su proyecto, algo lógico cuando entre las distintas Ejecutivas regionales andan a la gresca sobre la definición que hay que darle a cada una de las Comunidades Autónomas y no digamos de la forma en que deben financiarse, hasta se ha oído que nuestro paisano el Sr. Chaves había amagado con dejar el cargo de Presidente del Partido si se cedía a las pretensiones del Partit Socialista de Catalunya (PSC). Incluso en este partido federado al PSOE, se ha creado la corriente que los nacionalistas llaman de los charnegos, los que vuelven a ondear la bandera de la Federación Socialista de Catalunya-PSOE, los verdaderos socialistas, pues los otros no son mas que nacionalistas embozados.
La postura del Gobierno de D. José Luis Rodríguez Zapatero ante el nuevo Estatuto se basa en dos ejes fundamentales un amplio consenso en la Asamblea que lo proponga y que el proyecto se enmarque dentro de la Constitución. Oímos al ministro Don Jordi Sevilla alegar que desde nuestra ciudad se pretende cambiar la Constitución cuando se plantea el adquirir el rango de Comunidad Autónoma o aplicar la manida transitoria quinta. Esas declaraciones pueden basarse en distintas teorías de derecho constitucional, una primera diría que la transitoria quinta ya se ha cumplido, pues Ceuta posee un Estatuto de Autonomía, por lo que no podría a través de esa norma exigir lo que ya tiene; otra es la que se basa en que no es factible acceder al rango de comunidad siendo únicamente un municipio, pues la Constitución sólo hace mención a Comunidades Autónomas cuando son formadas por varias provincias o uniprovinciales, y para territorios no integrados en la organización provincial el darles un Estatuto de Autonomía, que es lo que tenemos ahora. Asumiendo cualquiera de estas teorías, para que nuestra ciudad pudiera acceder al rango de Comunidad Autónoma debería cambiarse la Constitución.
Nuestros políticos quieren convertirnos en una Comunidad Autónoma, pero sin capacidad legislativa que es lo que define políticamente a una Comunidad, con unas competencias que no se asumirían, entonces para qué se quieren, ¿para adornar el salón de Plenos? Y por saber no saben ni cómo quieren llamarnos. Pero el pueblo ¿qué es lo que quiere? Básicamente el no dejar de ser español, el sentirse integrado dentro de las organizaciones administrativas de nuestra España, sin embargo nadie le ha explicado cómo se estructura administrativamente nuestro país y qué es ser iguales y qué ser diferentes.
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