La ingeniería financiera de nuestro Alcalde
No deja de sorprenderme la capacidad que tiene nuestro Alcalde para explicar los números de una forma tan sencilla y elocuente que hace pasar un incremento del endeudamiento de nuestro Ayuntamiento como una reducción del mismo, desde luego que hay que felicitarle por esa facilidad, que su halo de gran gestor acompaña, para ensimismar con los números y conseguir que un periodista titule como La Ciudad reduce su carga financiera un 16% tras una refinanciación lo que en realidad supone un aumento del endeudamiento y un alargamiento del plazo de pago, en román paladino es lo que realizan los malos pagadores cuando no pueden acometer el pago de las deudas, acudir a un nuevo préstamo para pagar el anterior y alargar el plazo creyendo que así podrá devolverlo. Lo malo que en este caso, a quien endeuda es a todos los ciudadanos y quienes se verán con las manos atadas, serán los próximos inquilinos del Palacio Municipal, quienes en vez de poder acometer sus políticas tendrán que pagar las deudas que dejará nuestro Alcalde.
La refinanciación del préstamo viene provocada por la deuda de unos tres millones de euros (unos quinientos millones de pesetas) que el Ayuntamiento mantiene con la empresa de aguas Acemsa que no puede pagar por falta de tesorería (y eso que la Portavoz del Gobierno nos decía que en el primer cuatrimestre había superávit). Acemsa, a su vez, mantiene otra deuda con la concesionaria de la desalinizadora, Cadagua, por el suministro de agua desde septiembre de 2.004 a abril de 2.005 más las obras de ampliación. Ante la solicitud de los intereses de demora por parte de la empresa Cadagua de las facturas no abonadas, nuestro Ayuntamiento ha tenido que idear una solución para evitar que los costes financieros agravaran la crisis por la que atraviesa Acemsa por lo mal pagador que es el Ayuntamiento.
Y uno se pregunta ¿cómo es que Acemsa no puede pagar el suministro de agua? Si en cuanto no pagas dos recibos te la cortan ¿Por qué necesita de la financiación del Ayuntamiento para pagar el agua a la desalinizadora? Puesto que en un funcionamiento racional de una empresa suministradora de agua, compra el agua a un precio ( en este caso a 0,5931 euros si es de la desalinizadora) y la vende a otro superior añadiendo los costes de personal y mantenimiento de las infraestructuras necesarias para la distribución, con esa simple operación no se necesitaría ningún tipo de subvención de nuestro Ayuntamiento. ¿Qué ocurre entonces para que sea necesaria la inyección de 4.765.050,55 euros por parte de la corporación municipal a la empresa Acemsa para pagar la desalación? Sencillamente el coste que pagamos es muy inferior al coste real del agua.
Los ingresos de Acemsa por agua (6.641.910,35 euros) apenas llegan para cubrir la totalidad de los gastos de la empresa, excluyendo el suministro de agua (6.309.107,68 euros), por lo que para hacer rentable la empresa sería necesario dividir los costes de la empresa menos los ingresos fijos por las cuotas mensuales de abono por el número de metros cúbicos de agua vendidos (unos cinco millones) lo que saldría un coste de 1,0014 euros por metro cúbico, que sumado al coste de suministro de agua, se obtendría un precio de venta aproximado de cada metro cúbico de 1,5946 (unas 265 pesetas), ello sin tener en cuenta el coste de la red de distribución que está cambiando el Ministerio de Medio Ambiente con su Presupuesto. Aún así, a ese precio Acemsa seguiría perdiendo dinero, pues a pesar de que factura unos cinco millones de metros cúbicos, compra unos nueve millones y medio, la diferencia se pierde por la mala situación de la red de abastecimiento, lo que le produce unas pérdidas de unos 450 millones de pesetas (si se pagan a precio de desalinizadora) y que haría aumentar el precio del metro cúbico en unos 0,54 euros, dejando el precio final en 2,13 euros (unas 355 pesetas), cuando el precio medio que pagamos actualmente es de 0,90 euros (unas 150 pesetas). Para evitar pagar el coste real del agua (coste que elevó el año pasado nuestro Alcalde un 15% al aprobar la modificación del contrato con Cadagua) se realiza la subvención del Ayuntamiento y en vez de pagar lo que consume cada uno, pagamos entre todos los contribuyentes esa diferencia entre el precio real y el precio de tarifa, cuestión que va en contra de cualquier principio económico pues debe tenderse a que cada servicio se pague por sí mismo.
Como todas las empresas municipales, Acemsa necesita de las subvenciones municipales para sobrevivir, pero en vez de realizar un análisis exhaustivo de su estructura para poder reducir costes, nuestro Alcalde se dedica a incrementar la plantilla, no porque sea necesario sino para que un padre pueda solucionar el grave problema que supone incrementar la familia, con la de paro que hay.
La refinanciación del préstamo viene provocada por la deuda de unos tres millones de euros (unos quinientos millones de pesetas) que el Ayuntamiento mantiene con la empresa de aguas Acemsa que no puede pagar por falta de tesorería (y eso que la Portavoz del Gobierno nos decía que en el primer cuatrimestre había superávit). Acemsa, a su vez, mantiene otra deuda con la concesionaria de la desalinizadora, Cadagua, por el suministro de agua desde septiembre de 2.004 a abril de 2.005 más las obras de ampliación. Ante la solicitud de los intereses de demora por parte de la empresa Cadagua de las facturas no abonadas, nuestro Ayuntamiento ha tenido que idear una solución para evitar que los costes financieros agravaran la crisis por la que atraviesa Acemsa por lo mal pagador que es el Ayuntamiento.
Y uno se pregunta ¿cómo es que Acemsa no puede pagar el suministro de agua? Si en cuanto no pagas dos recibos te la cortan ¿Por qué necesita de la financiación del Ayuntamiento para pagar el agua a la desalinizadora? Puesto que en un funcionamiento racional de una empresa suministradora de agua, compra el agua a un precio ( en este caso a 0,5931 euros si es de la desalinizadora) y la vende a otro superior añadiendo los costes de personal y mantenimiento de las infraestructuras necesarias para la distribución, con esa simple operación no se necesitaría ningún tipo de subvención de nuestro Ayuntamiento. ¿Qué ocurre entonces para que sea necesaria la inyección de 4.765.050,55 euros por parte de la corporación municipal a la empresa Acemsa para pagar la desalación? Sencillamente el coste que pagamos es muy inferior al coste real del agua.
Los ingresos de Acemsa por agua (6.641.910,35 euros) apenas llegan para cubrir la totalidad de los gastos de la empresa, excluyendo el suministro de agua (6.309.107,68 euros), por lo que para hacer rentable la empresa sería necesario dividir los costes de la empresa menos los ingresos fijos por las cuotas mensuales de abono por el número de metros cúbicos de agua vendidos (unos cinco millones) lo que saldría un coste de 1,0014 euros por metro cúbico, que sumado al coste de suministro de agua, se obtendría un precio de venta aproximado de cada metro cúbico de 1,5946 (unas 265 pesetas), ello sin tener en cuenta el coste de la red de distribución que está cambiando el Ministerio de Medio Ambiente con su Presupuesto. Aún así, a ese precio Acemsa seguiría perdiendo dinero, pues a pesar de que factura unos cinco millones de metros cúbicos, compra unos nueve millones y medio, la diferencia se pierde por la mala situación de la red de abastecimiento, lo que le produce unas pérdidas de unos 450 millones de pesetas (si se pagan a precio de desalinizadora) y que haría aumentar el precio del metro cúbico en unos 0,54 euros, dejando el precio final en 2,13 euros (unas 355 pesetas), cuando el precio medio que pagamos actualmente es de 0,90 euros (unas 150 pesetas). Para evitar pagar el coste real del agua (coste que elevó el año pasado nuestro Alcalde un 15% al aprobar la modificación del contrato con Cadagua) se realiza la subvención del Ayuntamiento y en vez de pagar lo que consume cada uno, pagamos entre todos los contribuyentes esa diferencia entre el precio real y el precio de tarifa, cuestión que va en contra de cualquier principio económico pues debe tenderse a que cada servicio se pague por sí mismo.
Como todas las empresas municipales, Acemsa necesita de las subvenciones municipales para sobrevivir, pero en vez de realizar un análisis exhaustivo de su estructura para poder reducir costes, nuestro Alcalde se dedica a incrementar la plantilla, no porque sea necesario sino para que un padre pueda solucionar el grave problema que supone incrementar la familia, con la de paro que hay.
1 comentario
red -
Venga, sigue asi Alvaro.