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Guzmán

“Por un Mercado digno”

Desde hace aproximadamente un mes, unos cincuenta concesionarios del Mercado Central de Abastos, han lanzado una campaña que han denominado “Por un Mercado digno”, con la que quieren mostrar la situación de desamparo en la que se encuentra nuestra “Plaza”. El olvido a que está sometido el edificio y la falta de respuesta del Gobierno Municipal han colmado el vaso de la paciencia de esos concesionarios y han decidido movilizarse para salvar, no sólo el Mercado, sino sus puestos de trabajo.

La principal queja de los comerciantes es que desconocen su futuro, ¿qué va a suceder con el Mercado? Y no obtienen ninguna respuesta, el silencio por parte de la administración es absoluto, si a eso se añade la falta de mantenimiento del edificio, la escasa limpieza, los servicios tercermundistas, los numerosos puestos que se encuentran cerrados y a los que el Ayuntamiento no parece darles solución, y la falta de una ubicación para la parada de autobuses hacen temer a estos empresarios lo peor, algunos comentaban que “están dejando morir el mercado”. En todas sus reivindicaciones, estos comerciantes tienen razón, las promesas que el Sr. Vivas les ha realizado a ellos y a todos los ciudadanos sobre el nuevo mercado, se han visto incumplidas a lo largo de los cuatro años que lleva en el poder.

Hace aproximadamente un año se presentaba el estudio de la Empresa Mercasa sobre la viabilidad y reforma del Mercado (aquel que se encargó en enero de 2003 para analizar todos los mercados de la ciudad y que sólo se hizo del Mercado Central, dejando de lado al resto), y concluía “desde la convicción compartida” entre Procesa y Mercasa “de la validez del modelo Mercado como elemento motor y dinamizador de su área de influencia en la Ciudad, considerando la conveniencia de un nuevo emplazamiento para el Mercado Central”. El informe señalaba que una simple adecuación física de las instalaciones, no es suficiente sin una mejora en la estructura comercial y en los planteamientos empresariales de los concesionarios, quienes deben asumir y comprometerse con estos cambios. Pero difícilmente pueden implicarse los comerciantes en la viabilidad del Mercado, si ésta no se pone en marcha.

La nueva ubicación del Mercado se situaría en la parte libre de la manzana entre Jaudenes, Victori Gañalons y Gran Vía, en un edificio que utilizaría cuatro plantas para la explotación del mercado pero sin sótanos para aparcamientos y que reduce la superficie comercial de 4.721 m2 a 2.494 m2, debiéndose proceder a una selección de los concesionarios para reducirse su número. El coste de construcción ascendía a 9.610.750 euros (unos mil seiscientos millones de pesetas) a los que habría que añadir el valor de la expropiación de parte del solar más los costes que supondría el derribo y desalojo del antiguo,

Después de un año de la presentación del estudio, los comerciantes del Mercado siguen sin conocer el futuro que les espera, el gobierno del Señor Vivas, ante la falta de capacidad financiera del Ayuntamiento y la imposibilidad de que un promotor se haga cargo de su construcción a cambio de la ampliación de la edificabilidad del edificio pues serían necesarias dieciocho plantas para rentabilizar la inversión, ha aparcado la solución y ni siquiera se realizan las mínimas funciones de mantenimiento del viejo edificio, ni se les da una explicación a los concesionarios sobre qué soluciones se van a implementar. Un nuevo ejemplo de la falta de decisión de nuestro “gran gestor”, donde podemos observar el “gran esfuerzo” que realiza su gobierno para apoyar al sector comercial, una ayuda que tanto predica, pero que poco practica. Una política de embellecimiento (como son ahora esas fuentes cibernéticas de la Marina, “todo para el centro”), pero que no actúa sobre las estructura económica de nuestra ciudad, que no aporta soluciones para crear nuevos sectores productivos ni apoya a los que están en crisis, una política que sólo busca la propaganda, pero sin aportar una solución viable al desarrollo de nuestro pueblo.

Los comerciantes de nuestro Mercado de Abastos tienen el derecho a conocer cual será su futuro, unas 300 familias viven de nuestra Plaza, darles una solución es una obligación de nuestro Ayuntamiento, esperemos que al menos nuestro Alcalde se digne a recibirlos y a escuchar sus justas reivindicaciones. Déjense de tantos Informes y pónganse manos a la obra, nuestra ciudad necesita más acciones y menos palabras. “Por un Mercado digno” no podemos dejarlo morir.

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